domingo, 22 de noviembre de 2015

EL CEREBRO ADICTO Y LA PERMISIVIDAD LEGAL DE LAS DROGAS

EL CEREBRO ADICTO Y LA PERMISIVIDAD LEGAL DE LAS DROGAS En los últimos días, a raíz de la decisión de la Suprema Corte de Justicia de otorgar el amparo a cuatro ciudadanos para consumir de forma recreativa la mariguana, se abrió en el país un debate en torno a la legalización del consumo de esta droga, bajo el argumento poderoso pero parcial, por parte de sus defensores, de que la prohibición ataca el ámbito de la libertades del individuo. En este debate fue muy débil, desde el punto de vista del autor de este documento, la presencia de los argumentos relacionados con los efectos de las drogas sobre el cerebro del individuo, las implicaciones sobre la voluntad de las personas y su actuación en su relación con los otros individuos. Aquí sostenemos que no se puede omitir en el debate citado, los impactos fisiológicos del consumo de las drogas en la conducta del individuo y, consecuentemente, en la interacción social del individuo. El cerebro adicto En un interesante artículo de la revista de divulgación de la ciencia de la UNAM ¿Cómo Ves?, escrito por Verónica Guerrero Mothelet, se analiza los efectos que tiene el consumo de las drogas sobre el cerebro y, consecuentemente sobre la capacidad del individuo sobre su voluntad. Se afirma que la adicción a las drogas era vista en los años 30 del siglo pasado como un asunto de moralidad y de falta de fuerza de voluntad de las personas. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado, con imágenes cerebrales, que la adicción a las drogas tiene causas físicas que afectan las facultades mentales del individuo. El consumo de drogas, sostiene la autora del citado artículo, basándose en investigaciones de especialistas médicos del tema, afecta zonas del cerebro como son el tallo cerebral, que es responsable del ritmo cardíaco, la respiración y el sueño; la corteza cerebral, responsable de las actividades de pensar, planear, resolver problemas y tomar decisiones; y al sistema límbico, responsable del circuito de recompensas del individuo que incentiva a conductas necesarias para la supervivencia y la reproducción. La autora del artículo sostiene, con base a evidencia científica que “la adicción se considera hoy una enfermedad del cerebro porque las drogas modifican la química, la estructura y el funcionamiento del cerebro”. Al ingresar al cerebro, las drogas obstaculizan su sistema de comunicación e interfieren en el proceso normal de intercambio de información neuronal, por lo que drogas como la mariguana y heroína, de estructura químicas tan similares a las de un neurotransmisor natural, hacen que los neurotransmisores las aceptan como si fueran el neurotransmisor. La mayoría de las drogas interfiere en la actividad de un neurotransmisor llamado dopamina que desempeña un papel fundamental en las sensaciones de placer, al provocar que el cerebro pierda la capacidad de sentir placer por las recompensas naturales, como el sexo, lo que genera situaciones de ansiedad y depresión del individuo. Se concluye que lo que se observa como dependencia psicológica de las drogas es una manifestación de los cambios en el cerebro que intenta adaptarse y manejar niveles anormales de neurotransmisores. La ley garante de la libertad del individuo Los promotores del amparo ante la Suprema Corte de la Nación buscaron, con la interposición de ese recurso, provocar una definición del máximo órgano jurisdiccional en lo relativo a la prohibición del consumo de la mariguana, argumentando que con la prohibición el Estado invade la esfera de las libertades individuales, es decir el derecho natural del individuo de meterse lo que quiera en su cuerpo. La Suprema Corte de la Nación concedió el amparo, bajo el argumento de que efectivamente con la prohibición se afectaba la esfera de las libertades del individuo. Al sentar es primer precedente, como primer paso para establecer jurisprudencia, la Suprema Corte ejerció presión a los otros poderes para definir sus posiciones. En este sentido, el poder ejecutivo federal se vio obligado a manifestar su disposición a abrir el debate, pero de ninguna manera definió con claridad su posición en torno a la legalización o no del consumo de mariguana. Esta posición ambigua del jefe del ejecutivo federal contrasta con las declaraciones del Comisionado Nacional contra las Adicciones, quien se manifestó en contra y señaló que no iba a permitir convertir a México en un “país de mariguaneros”. Resulta sorprendente observar la falta de contrargumentos a la propuesta de legalización del consumo de mariguana, a pesar de, como lo hemos referido en este artículo, son innumerables los estudios e investigaciones que demuestran el efecto que tienen las drogas en la química, estructura y funcionamiento del cerebro de los consumidores habituales. El punto central del debate debe ser si el Estado se limita a ser un simple observador de cómo los individuos consumen sustancias que afectan, primero su salud, y, segundo, alteran su capacidad de autocontrol de sus conductas que puede invadir la esfera de las libertades de los otros ciudadanos, o debe regular el consumo de drogas con el fin de evitar daños a la salud pública y afectaciones a terceros. La evidencia científica muestra la afectación que tiene en el cerebro del individuo el consumo de drogas, sobre todo en adolescentes en donde el cerebro está en proceso de maduración. Conclusión La evidencia científica demuestra que el consumo de drogas afecta la química, estructura y funcionamiento del órgano rector de la vida del individuo, con afectaciones propias de una enfermedad crónica pero con la agravante de que afecta la capacidad de autocontrol del individuo. Esta enfermedad impacta negativamente la esfera de los derechos y libertades de los otros, quienes se verán afectados por conductas de seres que en su derecho de consumir cualquier cosa se ven trastornados en su capacidad de seres libres y racionales. En este sentido, el debate sobre la legalización del consumo de drogas debe ser fortalecido con los argumentos de los estudiosos científicos del tema. ¿POR QUÉ HE ELEGIDO ESTE TEMA? Elegí este tema porque creo que está dentro del espectro de mis preocupaciones intelectuales y personales, es decir, siempre he considerado que una de las debilidades de la vida pública del país es la ausencia de un debate fuerte, sustentado en evidencias, que enriquezca las definiciones que se toman en los diversos temas nacionales. Al leer el artículo sugerido, detecté que el tema científico del consumo de drogas ha estado débilmente presente en la discusión. ¿DE DÓNDE PARTI PARA EMPEZAR A ESCRIBIR? Para empezar a escribir, partí de una noticia reciente como fue la decisión de la Suprema Corte de Justicia de amparar a cuatro ciudadanos en la prohibición del consumo de mariguana y relacionarlo con el artículo sugerido sobre el impacto de las drogas en la química, estructura y funcionamiento. Al leer el artículo, me sorprendió el nivel del estado que guarda el tema en el ámbito académico-científico, y su débil participación en el debate público sobre la legalización del consumo de la mariguana.

viernes, 23 de octubre de 2015

Resumen lectura


Resumen de la lectura del documento “¿Qué es un estudiante en línea?” del autor Millán Martínez.

El documento versa sobre las características y retos que plantea la presencia y desarrollo de las llamadas TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) para el estudiante en línea. Se menciona, en primer término y para enmarcar en su contexto histórico, las siguiente cuatro etapas de la modalidad de estudio abierta y a distancia: 1) Enseñanza por correspondencia; 2) Enseñanza multimedia; 3) Telemática y 4) Enseñanza colaborativa basada en internet. Esta última etapa es la que mediante recursos sincrónicos y asincrónicos, da origen a los estudios en línea, los cuales exigen un papel activo al estudiante.

Los estudios en línea se sustentan en pautas de funcionamiento basados en la autonomía y en la madurez del estudiante, en sentido opuesto al papel pasivo del esquema educativo tradicional. EL estudiante en línea debe cumplir con las siguientes características: 1) Actitud proactiva; 2) Compromiso con el propio aprendizaje; 3) Conciencia de las actitudes, destrezas, habilidades y estrategias propias; 4) Actitud para trabajar en entornos propios; 5) Metas propias, y 6) Aprendizaje autónomo y autogestivo.

Por otra parte, derivado de las particularidades de los estudios en línea, el estudiante inmerso en los estudios virtuales debe superar los siguientes retos: 1) Dejar atrás el aprendizaje dirigido; 2) Evitar memorizar y repetir el conocimiento (la debilidad mayor del sistema educativo en México); 3) Dejar atrás el entorno competitivo (aprender a ver al compañero de estudio como un colaborador y no como un rival); 4) Gestión y administración del tiempo (ordenar y sistematizar los estudios que se llevan a cabo; 5) Desarrollar destrezas comunicativas y, el desafío más importante: 6) Convertirte en un alfabeta  digital, un ente activo del conocimiento que busca, ordena, discrimina y comunica la información.

Finalmente, el documento se refiere a los mitos que hay en torno a los estudios en línea, que son más fáciles pues sólo hay que sentarse frente a la computadora, buscar información en internet y copiar. El autor cierra su artículo señalando que los estudios en línea no son fáciles ni difíciles sino que exigen una actitud activa del estudiante, generar habilidades y estrategias y compromiso con sí mismo.

jueves, 22 de octubre de 2015

Bienvenida

Estimado lector de este espacio virtual:

Veme aquí creando este blog para atender un requerimiento del curso propedeutico de la universidad a distancia en donde pretendo tomar unos estudios de derecho.